Geografía
El término municipal de Almedíjar limita con Ahín, Algimia de Almonacid, Azuébar, Castellnovo, Soneja y Vall de Almonacid
El término municipal de Almedíjar está enclavado en su totalidad dentro del Parque natural de la Sierra de Espadán. Su término municipal posee una extensión de 20'97Km2 y cuenta con una de las reservas de alcornoques más importantes de Europa, así como con gran abundancia de pinos y carrascas.
Está situado en su vertiente meridional, en el sector SE de la comarca del Alto Palancia. Su orografía es accidentada, con puntos de alturas de 918 metros (Herrera), 964 metros (Peña Balnca) y 979 metros (Cullera).
Medio natural:
Uno de los factores determinantes en el paisaje de Almedíjar es el afloramiento de areniscas o como se les llama en la sierra “rodeno”. La disposición de los estratos y su dureza conforman su relieve característico en afiladas crestas y cantiles que se intercalan con formas más suaves ocasionados por materiales más erosionables.
Este territorio, libre de cal, originado por las areniscas permiten, junto a otros factores como la pluviometría y la temperatura suavizada por el cercano mar Mediterráneo, que en las laderas de Almedíjar se desarrolle el alcornocal, bosque relicto en la Comunidad Valenciana y que aquí perdura, siendo aprovechada su corteza “el corcho” de manera tradicional para sus múltiples usos.
La “saca del corcho” forma parte del patrimonio etnográfico de Almedíjar y es fuente de recursos económicos renovables y sostenibles. Se lleva cabo en verano cuando el árbol está en su máxima actividad vegetativa ya que es entonces cuando es menos probable causarle heridas.
Un claro ejemplo de este frondoso bosque lo tenemos en el barranco de Almazor, tesoro natural donde el alcornoque se entremezcla con helechos, durillos, carrascas, pinos y algunos castaños. De singular belleza es “La Castañera” castaño monumental de más de cuatrocientos años.
No lejos de los frondosos bosques de alcornoques en áreas de matorral y roquedos es donde habitan endemismos de alto valor biogeográfico algunos exclusivos del sur de Castellón o incluso de la Sierra de Espadán, como la Miuartia valentina, el clavel de monte (Dianthus multiaffinis), la anteojos (Biscutella calduchii) o la centaurea (Centaurea paui), que con sus flores de vivos colores alegran los paseos primaverales o veraniegos.
La fauna es abundante y diversa, destacando las rapaces, entre las que sobresale la amenazada águila perdicera que comparte territorio de caza con el águila culebrera. Frecuente es verla en las tardes de verano adiestrando a sus crías en el arte de cazar culebras. Por la noche es habitual escuchar al cárabo y lejos de la población, en entornos más tranquilos, se identifican los característicos aullidos del búho real. Entre el resto de avifauna cabe destacar al ruidoso arrendajo fundamental para la dispersión del alcornocal ya que entierra bellotas para su posterior consumo y algunas de ellas son olvidadas, germinando posteriormente.
El jabalí, el zorro, la gineta, la garduña o el tejón, son especies huidizas que nos podemos encontrar entre la puesta y la salida del sol. No nos podemos olvidar de las distintas especies existentes de los interesantes y protegidos murciélagos, verdaderos insecticidas naturales que mantienen a raya a mosquitos y otras especies.